CONVIVENCIA Y
EXPRESIONES CULTURALES
GRUPO:
207014_22
DEYANET GARZÓN FIGUEROA
PROBLEMÁTICAS QUE
AFECTAN LOS PROCESOS DE CONVIVENCIA IDENTIFICADAS EN LA COMUNIDAD SAN JOSÉ,
RESGUARDO INDÍGENA KM. 6, LETICIA, AMAZONAS.
INTRODUCCIÓN
Para
desarrollar esta experiencia de aprendizaje sobre las problemáticas más
relevantes que afectan los procesos de convivencia en diferentes órdenes en una
comunidad, tomo como referencia la comunidad San José, resguardo indígena Km 6,
Leticia Amazonas, una vez que es la comunidad en la cual actuó y acompaño desde
procesos de formación y considero importante conocer las problemáticas que
afectan la convivencia al interno de la comunidad. También porque esta comunidad
expresa una realidad social cultural y política de la región, conformada por
comunidades integrando resguardos indígenas que constituyen unidades
territoriales con características particulares.
Para
tal caracterización tomo como base el conocimiento que tengo de la comunidad por
la participación en la misma, la observación de campo directa y diálogos con algunos
líderes entre los cuales al curaca y representantes del cabildo, y otros
habitantes de la misma. Se entrevistaron a
los profesores de los grados 4º y 5º y fue posible participar a dos jornadas de
estudio, como observadora de los alumnos de los grados mencionados.
A través de esta experiencia de aprendizaje se busca realizar una
caracterización de las problemáticas que afectan la convivencia en diferentes
órdenes en esta comunidad indígena, teniendo presente que la convivencia no se
da por sí misma, sino que se construye a partir de los valores, principios,
tradiciones y comprensiones entre los seres humanos que comparten diferentes
espacios. En este caso, se puede percibir cómo diferentes problemáticas que
afectan las relaciones al interno de esta comunidad son generadas por una
política pública construida desde ¨afuera¨ y propuesta a las comunidades
desconociéndose sus procesos propios, además se observan las consecuencias de una
política global excluyente que termina generando pobreza, desplazamiento y
violencia, donde las minorías son desconocidas, vulneradas en sus derechos
fundamentales, individuales y colectivos, así como en sus procesos de
autonomía, afectadas en sus condiciones mínimas de sobrevivencia lo que,
ciertamente desencadena dificultades en la convivencia y ciclos continuos de
violencia entre pueblos, generaciones, contextos.
PROBLEMÁTICAS QUE
AFECTAN LOS PROCESOS DE CONVIVENCIA EN LA COMUNIDAD SAN JOSE, RESGUARDO INDÍGENA
KM 6, LETICIA AMAZONAS.
COMPRENSIÓN
DE CONVIVENCIA
Etimológicamente la
palabra convivencia viene del latín formado por el prefijo “con” y, la palabra “vivencia”, que
significa acto de existir de forma
respetuosa hacia las demás personas[1] y puede
ser comprendida además como el conjunto de vivencias armónicas, favorables
entre las personas en un grupo determinado. Desde la filosofía y el pensamiento
crítico a la producción capitalista de Iván Illich, la convivencia es
comprendida como la alternativa a la lógica productiva de dominación y de
reducción del hombre, y es vista como lo inverso a la producción industrial[2]. La convivencia además expresa la idea
de que la vida social se crea dentro de la relación con los demás y por medio
de la acción personal. La convivencia además evoca la apertura al otro y al
reconocimiento con la diversidad. Según Alain Touraine, la convivencia es en
última instancia la convicción de que siendo la diversidad una de las
características más importantes del ser humano y de la sociedad humana, no
existe armonía allá donde no existe y no se reconoce la diversidad cultural e histórica. No existe armonía allá
donde no existe la convivencia.
Si partimos del documento del MEN (2010), ¨Forjar una Cultura para
la Convivencia¨, se plantea la búsqueda del desarrollo
humano desde la consolidación de los procesos de reconocimiento de la
pluralidad. O sea, un desarrollo construido con base en la participación de la
diferencia, en donde exista la posibilidad de elegir distintas formas de vida,
que amplíe las oportunidades de creación y expresión plena de las capacidades
humanas y donde reconociéndose la diversidad de identidades que conforman el
país, se den las condiciones para el
diálogo entre las culturas y se den las condiciones a las mismas para
expresarse plenamente, con relaciones sociales más equitativas e incluyentes,
de ahí que se comprende cómo estas condiciones son fundamentales para una
cultura de convivencia.
Leticia
es la capital del departamento del Amazonas, ubicado en el extremo sur del
país, conocido como el trapecio amazónico, haciendo frontera con Brasil y Perú
y con el Rio Amazonas que hacen del municipio una localidad turística, de gran
movimiento comercial aun sí solo se puede llegar a ella desde el interior del
país, por vía aérea, con unos 1000 km de distancia de la capital colombiana.
Está conformado por aproximadamente 42.000 habitantes, entre indígenas, colonos
y campesinos, comerciantes empleados públicos y población migrante del interior
del país. Al municipio también lo integran 16 resguardos indígenas de
diferentes etnias[3].
La comunidad que aquí destaco para esta observación y análisis las
problemáticas que afectan la convivencia es la comunidad de San José, una de
las comunidades pertenecientes al resguardo indígena también conocido como km
6, justamente por estar ubicado a 6 km al norte de la zona urbana de Leticia.[4]
Este
resguardo comenzó a formarse en los años de 1978, producto del desplazamiento y
la migración forzada con la explotación de caucho, de varias poblaciones
indígenas hacia la zona urbana de Leticia, inicialmente indígenas Huitotos y
Tikunas (Tobón 2006). Dados los procesos de desplazamiento y migración
ocasionados por el conflicto armado, los megaproyectos pensados y en proceso de
desarrollo en la región y la falta de políticas públicas básicas en la región,
muchas comunidades indígenas y mestizos son empujados para esta región
fronteriza ubicándose en la zona urbana. Una vez que este resguardo se
encuentra próximo de Leticia, a solo 6 kms., como su nombre mismo lo indica, se
ha ido sobrepoblado con la presencia de diversas personas y familias indígenas
o no que se reubican en esta localidad generándose disputa por la tierra y serios problemas en la convivencia tanto al
interno de las familias como se generan cambios y conflictos en las relaciones
sociales y políticas en la comunidad como un todo.
Actualmente
es un resguardo multiétnico con una población de 1.086 habitantes, constituido
por 5 comunidades, entre las cuales la comunidad San José km 6, con 578 habitantes.[5] En
la comunidad conviven diferentes etnias entre ellas además de los ticuna y Huitoto,
hay Ocainas, kokamas, Yaguas, Boras, Yukunas, Muinanes. También hay población
no indígenas conformada por colombianos,
peruanos y brasileros, que al interno de
la comunidad han ido formando sectores según los tipos de trabajo que desempeñen, por ejemplo
el sector de los artesanos que viven de tallar la madera palo sangre, o
sectores por familias y entres estos sectores se compite por la tierra.
Al interno de la comunidad algunas personas están de acuerdo con
la llegada de nuevos habitantes y de que se les den un pedazo de tierra para
vivir y hay otros que no están de acuerdo porque cada vez queda menos tierra
para hacer sus chagras y por tanto, menos comida con la sobrepoblación. Al
hablar con algunas personas sobre la llegada de más personas a la comunidad, dicen
que no quieren más gente de afuera porque eso ocasiona muchas peleas y robos, y
muchas diferencias en las asambleas comunitarias. Los habitantes más antiguos
son los que más se disgustan con nuevos habitantes indígenas
o mestizos y en las asambleas estos últimos no tiene posibilidad de votar a
respecto de las decisiones sobre el bienestar en la comunidad y a la hora de
ver las prioridades por necesidades se termina teniendo presente algunos
sectores donde están las familias más antiguas, lo que ocasiona divisiones en
las relaciones sociales y rivalidades.
Por otra parte, los nuevos habitantes crean nuevas
situaciones, provocan otras decisiones y formas de pensar y organizarse y hace
que las relaciones entre los sectores de la comunidad sean poco solidarias y de
rivalidad ya que los que están en el territorio sienten que los que llegan les
roban espacio, si son blancos dicen que se aprovechan para formar negocios para
atraer turistas y ganar dinero a costa de ellos y vienen para causar más
división.
Así,
las relaciones sociales oscilan entre acoger a los nuevos que regularmente se
emparentan con los que allí residen y terminan siendo familia, pero por otra
parte, aun si son parientes, son excluidos porque no se les permite participar
en las decisiones de la comunidad. Hay
momentos de buenas relaciones, de simpatía, de acogida y momentos de rivalidad
sobre todo, a partir de decisiones políticas sobre el territorio y esto también
afecta la convivencia al interno de la familia, especialmente cuando está
conformada por personas que pertenecen a diferente etnia o mezclada con no indígenas.
Esta comunidad está dentro de un resguardo
que, como los demás resguardos de la región, está organizado internamente
mediante el cabildo, cuya cabeza es el curaca que se constituye en el
representante legal de la comunidad ante el Estado, así es un representante
político y administrativo y la comunidad junto al cabildo tiene la posibilidad
de decidir según sus necesidades y prioridades y decidir al respecto de la
gestión de recursos advenidos a la comunidad mediante el SGP (sistema general
de participación). Sin embargo, al hablar con el curaca a respecto de su
servicio y cómo se organizan ante las necesidades y manejo de recursos, me dice
que este es un ¨trabajo desgraciado¨, porque todo le toca a él, mientras
abandona la familia y su chagra para correr atrás de los proyectos, siempre en
reuniones en la alcaldía, para que después en la comunidad le digan que él se
roba todo. Comenta además: ¨la gente no hace ni participa pero si critican todo
lo que se hace, sin saber… ¨¨Si uno los convoca no vienen y después se quejan
por las cosas que pasan…”
Ya
en el dialogo con otros líderes a respecto del desempeño del cabildo y su
relación con la comunidad, el profesor comenta: ¨El curaca en este resguardo
tiene muchas responsabilidades y concentra casi todas las decisiones sobre los
asuntos de transferencias… A veces él pide ayuda al comité para elaborar los
proyectos pero después uno no queda sabiendo qué pasó¨. Otras personas de la comunidad con las que
hablé, creen que el curaca debe decidir, para eso se escogió y no ven para qué
participar. Comentan además que eso sólo trae problemas. Así, además de
concentrar todo en el curaca, y aun si existen las asambleas como mecanismo para
socializar los procesos y tomar decisiones, la participación de la comunidad en
ellas es muy poca y se limita a: las familias de siempre¨, en expresión de un
comunero. Esto al mismo tiempo que centraliza el proceso de participación al
interno del resguardo, quita la responsabilidad de la comunidad, causa dificultades
en la convivencia, porque se crean peleas, envidias, rivalidades, tensiones de
poder entre los que tienen voz y voto y los que no siendo del lugar no pueden
decidir, se causa también indiferencia y desconfianza en la participación como
elemento fundamental para generar procesos democráticos y autónomos como
comunidad.
Una persona de la comunidad contó sobre casos no denunciados de
desvío de los recursos de transferencia o distribución de los mismos entre la
comunidad sin que corresponda a un proyecto específico, pero si encubierto por
él ante la administración pública para que el recurso llegue. Dijo que como los recursos son distribuidos entre
unos pocos, se dieron peleas e inconformidades, y han sido causa para que
algunos tengan que abandonar la comunidad por amenazas ante el peligro de ser
asesinado, esto tanto por creerse que ¨le tocó más o se robó la plata¨ o por
haber denunciado. De esta forma la
convivencia y los procesos de participación política y ciudadana, autogestión y
organización participativa, se debilitan y pierden credibilidad y posibilidad
de ser al interno y externo de la comunidad.
Podríamos decir a este respecto,
que la comunidad multicultural del
resguardo indígena del km 6 se enfrenta con una problemática político social por sobrepoblación
y disputa por la tierra, que ha generado conflictos en la convivencia, en las
relaciones sociales, creándose divisiones al interno de la comunidad, concentración del poder decisivo en algunas
familias y generado falta de participación activa, democrática y corresponsable
de la comunidad en procesos organizativos que den autonomía y propicien el bien
común.
La
relación con los colonos ¨blancos¨ es tensa, ya que entre las chagras indígenas
no hay espacios cerrados y la de los colonos si y cuando estos dejan salir sus
animales acaban con los cultivos de los indígenas y esto es ocasión de serias
peleas y enemistades. Se genera conflicto entre la comprensión de lo público y
lo privado, delimitándose espacios que desde la cultura y organización indígena
no se plantea. Las familias comentan que
hay robos en las casas y en las chagras y esto es atribuido muchas veces a los
que ¨llegaron después¨. Al preguntarles por qué dicen que son ellos los
culpables de los robos, comentan que no trabajan y no tiene chagra (terreno
para plantar) y así roban de los otros.
De
igual manera se generan tensiones en la convivencia a raíz de la comprensión
entre lo individual y lo comunitario, esto se percibe sobre todo ante
experiencias culturales propias de la convivencia indígena como es la
realización de la minga. La minga es un
trabajo solidario, conjunto, que se hace en la comunidad, especialmente entre
parientes y vecinos y del que se recibe en pago otro servicio igual o semejante.
Generalmente esta minga está asociada al trabajo en la chagra y se realiza a
partir de una necesidad individual que recibe apoyo colectivo y este apoyo se
va rotando, pero los que no tienen mucha tierra no necesitan ayuda entonces
tampoco ayudan a otros en la minga y
como actualmente esta actividad es convocada por el cabildo ante necesidades
comunitarias como limpiar zonas comunales, hacer reparos en la escuela, salón
comunal o puesto de salud, arreglar espacios recreativos que requieren mano de
obra o sacar madera para estas reparaciones, tampoco participan, pero esto afecta la convivencia porque solo unas pocas
familias responden a la convocación y
después se crean conflictos con aquellos que no vinieron, se les niega el
servicio como por ejemplo el uso del campo de juego comunitario y ahí si todos
quieren tener derecho.
Por otra parte, lo que une justamente es la posibilidad de
expresar o manifestar elementos propios de la cultura, tradiciones, fiestas,
rituales, juegos, independientemente de que etnia o sector lo proponga o desarrolle.
En esos momentos de expresión cultural comunitaria la mayoría colabora y participa, superando las diferencias, por
ejemplo como cuando los ticunas realizan la pelazón que es un ritual de pasaje,
mucha gente inclusive no indígenas participan en la fiesta y colaboran con los
preparativos porque el ritual exige muchas cosas realizadas colectivamente.
También cuando se celebran aniversarios o la fiesta del patrono de la comunidad
se superan las diferencias y se abre más espacio para participar y ayudar,
porque además de alguna manera, son parientes y vecinos. En esto ayuda la
escuela que muchas veces programa actividades festivas que envuelven o dicen de
todos como por ejemplo: el día de la madre, el día de los niños, también los
juegos o campeonatos son motivo de participación y espacio de convivencia
festiva y sin muchas tensiones o diferencias.
Dada
la cercanía con la zona urbana, el resguardo
presenta características de infraestructura urbana, como espacios recreativos
turísticos, áreas deportivas, discotecas y bares, tiendas, con servicios de
agua, luz, estación telefónica, iglesias, escuelas, y el acceso es muy fácil lo
que genera más presencia de turistas y población ajena a la comunidad y se van
provocando otros procesos en las relaciones y en las expresiones culturales
propias que van siendo retomadas por algunos como medio para ganar dinero, se
quiere vivir según los patrones culturales que llegan, es decir vestir bajo
criterios de moda, tener aparatos de tecnología modernos y algunos, por sus
condiciones de trabajo lo pueden tener pero otros no y se generan envidias y
divisiones. Los finales de semana cada uno coloca sus equipos de sonido
animando su negocio: el bar, la venta de comida, el mercado, el partido de
futbol, etc. A esto se mezcla el consumo de alcohol, que da lugar a discusiones
y peleas abiertas que ya han ocasionado asesinatos y ¨destierros¨ de personas
de la comunidad.
En
el km 6 hay una escuela de primaria llamada Francisco José de Caldas, que aún
no cuenta con un programa de etnoeducación, correspondiendo a los principio de
una educación propia. Esta situación se ha dado sobre todo por la dificultad
interna de relacionamiento en la comunidad, la imposibilidad de acuerdo
conjunto ya que son varias etnias que conviven y además los profesores no son indígenas.
Las dificultades se dan en la relación entre los maestros no indígenas, que
lógicamente siguen los criterios de la educación occidental y no tiene
presentes elementos culturales propios. Los padres de familia se quejan porque
dicen que los niños van perdiendo sus tradiciones y que no se les enseña en su
lengua pero tampoco se organizan para encontrar una solución junto a los
profesores, líderes y la asociación indígena local que busca articulación para
construir colectivamente el PEC. Por su parte, los profesores manifiestan que
no cuentan con el apoyo de la comunidad y dicen que los padres de familia dejan
hacer a los niños lo que ellos quieren y no corrigen.
Entre
los alumnos de esta escuela de básica primaria, según las informaciones de dos
profesores con los que fue posible dialogar, no se presentan rivalidades entre
los alumnos por el hecho de proceder de diferentes etnias. Los problemas están
relacionadas con robos de material escolar, ropa o aparatos electrónicos, y
hasta comida ya que al interno de la comunidad no todos tienen chagra y
condiciones de dar lo mínimo necesario a sus niños. Estas situaciones de robo
sí dan origen a peleas entre los alumnos y muchas veces se envuelven los padres
que para defender a sus hijos se calumnian entre ellos y se generan
enemistades.
En las jornadas observadas, no se presentaron brotes de violencia
y agresividad. En sentido, más bien es de admirar la posibilidad que tienen los
niños de diferentes etnias, de diferentes edades, de jugar juntos diferentes
juegos en un mismo espacio. Como por ejemplo, a la hora del recreo, en el mismo
espacio pavimentado de la cancha, dos equipos de niños jugaban futbol
simultáneamente, otros jugaban baloncesto, mientras que otros niños más
pequeños que no formaban equipos, correteaban en el mismo espacio, uno
persiguiendo a los otros.
En cuanto que en la sala de aula se observaron dificultades de relación
y en un momento en que el profesor salió de la sala, luego comenzaron a jugar,
se tiraban papeles y se correteaban y derribaban pupitres y no realizaron la
actividad propuesta. Al volver el maestro, se acusaron entre ellos y fue
difícil aclamarlos y retomar las actividades.
Al preguntar a los profesores si son frecuentes estas situaciones
y cómo busca solucionarlas. Me explica que es muy difícil que los niños se
concentren en sus actividades, que siempre quieren es jugar¨ y que de paso los
padres no ayudan. ¨Si se les avisa sobre el comportamiento de sus hijos luego
creen que uno les cogió rabia y ya llegó a suceder que sin decir nada, los
sacan de la escuela y no los vuelven a mandar¨. ¨y como tampoco se pueden
castigar porque hay si uno se hecha la comunidad encima¨.
Ante esta situación es más claro el conflicto de relación y convivencia
entre padres de familia y profesores que entre los mismos alumnos. De ahí que
sería necesario buscar caminos que lleven a una proceso que permita una
comprensión de los elementos culturales que envuelve la cría y educación de los
niños a partir de las propias tradiciones y valores culturales dando lugar a la
creación del Pec, por ejemplo, ya que es claro cómo la educación desde el
sistema occidental solamente, en una comunidad multicultural es ocasión de
conflictos, afectándose sobretodo el mismo aprendizaje en los niños.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Ministerio
de Educación Nacional (2010) Publicación, Forjar una cultura para la
convivencia, visión Colombia, II CENTENARIO 2019. MEN. Recuperado de https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Desarrollo%20Social/Forjar_cultura_para_conviviencia%2830_10_07%29.Pdf
Julio16/2014
Tobón Marco Alejandro. Art. La
fórmula biodiversidad – cultura y el poder político en el
extremo sur del Trapecio
Amazónico colombiano. Universidad nacional, 2006. Disponible en: www.scielo.org.co/pdf/unih/n62/n62a14.pdf
www.cecies.org/scripts/blank.gif
www.leticiacontigo.com/plandedesarrollo/otros.html
[2]
Basado en;
www.cecies.org/scripts/blank.gif
[4] Sobre
las características geográficas del resguardo ver la descripción presentada en
el documento disponible en: http:/ /cdim.esap.edu.co/BancoMedios/Documentos%20PDF/participaci%C3%B3n%20ciudadana%20leticia%20amazonas.pdf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario